Que el trabajo puede ser una fuente de problemas para la salud es conocido desde antiguo, especialmente aquellos trabajos que suponen condiciones laborales de riesgo o manejo de sustancias peligrosas.

Sin embargo, no es menos cierto, que un entorno laboral adecuado y adaptado las características del trabajador también puede ser fuente de satisfacción y de realización personal.

En los últimos años hemos asistido a un interés por parte de muchas empresas de crear “entornos de trabajo saludables” donde el trabajador pueda desarrollarse profesionalmente y además disponer de un ambiente seguro y satisfactorio que le ayude a desempeñar su trabajo en óptimas condiciones.

Se trata de convertir los lugares de trabajo no solo en entornos seguros donde el trabajador no sufra accidentes o adquiera enfermedades profesionales sino en lugares sanos y saludables abarcando todos los aspectos que puedan contribuir a crear este ambiente, desde las relaciones laborales adecuadas hasta la práctica de actividad física o la alimentación saludable. Que ir a trabajar no se convierta en una actividad de riesgo para la salud sino todo lo contrario.

El trabajador no es una persona distinta dentro del trabajo y fuera de él, sino que normalmente proyecta fuera del entorno laboral (con la familia, amigos o en reuniones sociales) toda la frustración o el agobio que le puede suponer un trabajo en unas condiciones inadecuadas dando lugar a relaciones tóxicas o incluso  problemas familiares, pero igual sucede a la inversa, si el trabajador desarrolla su trabajo en un entorno gratificante, trasladará igualmente esa satisfacción a su entorno próximo y le ayudará a mejorar sus relaciones.

La figura del COORDINADOR DE BIENESTAR Y SALUD será el referente dentro de la empresa para lograr este objetivo.

Alfonso Meneses

Comparte la noticia

Aumenta tu empleabilidad.

Competitividad curricular en la Sanidad del Siglo XXI

  • Aumenta tu motivación y la de tus pacientes.
  • Reduce el coste por paciente.

Con esta nueva concepción de la sanidad conseguimos que el paciente sea un agente activo de su propia salud.